ADRIAN DELGADO DELGADO
Hace algunos años me emocionó la idea de poder manejar una cámara y hacer fotografías, no pensaba precisamente en practicar algún estilo de fotografía en específico pero sí me intrigaba de alguna manera el hecho de poder tener una de estas máquinas en las manos y experimentar un mundo totalmente nuevo.
Poco tiempo después de comprar mi primera cámara y aprender a manejarla muchas veces la pregunta era el que podía hacer con ella aparte de tomar más y más fotos y conforme pasaba el tiempo entendía más sobre la importancia de esta herramienta y sobre cómo darle un uso adecuado al trabajo que comenzaba a realizar.
El aprendizaje ha sido al lado de muchos amigos y mentores prueba tras error y las experiencias siempre han sido lo mejor con o sin grandes fotos cuando voy de vuelta a casa.
Como un acercamiento a la naturaleza, comencé fotografiando especialmente vida silvestre, lo cual me ha llevado a conocer lugares increíbles, especies únicas, y aprender sobre sus comportamientos y ecología. Pero, también me ha mostrado la otra cara de la moneda. Muchas de las maravillas que se encuentran entre la naturaleza están de alguna u otra manera rodeadas de una gran problemática ambiental que muchos ignoramos y que empeora cada día. El poder hacer fotografía me ha enseñado a observar con mayor sensibilidad y entender sobre la importancia de poder aportar un grano de arena en una situación que aunque parece irremediable puede tener un impacto menor si se unen los esfuerzos necesarios.
El tener contacto con la vida silvestre de esta manera y documentar todo aquello que le rodea, incluso sus problemáticas y a quienes unen tantos esfuerzos para proteger estos tesoros, ha sido la razón para seguir apoyando a muchas organizaciones o proyectos de conservación a lo largo de estos últimos años y con esto seguir mostrando mi trabajo.
Felix Salazar y yo fundamos el Chonete Herping en el 2017 en la necesidad de brindar algunos servicios, apoyar ONGs, realizar documentación y actividades para las personas que fuesen de la mano con la educación ambiental y la fotografía ética tales como talleres, charlas en las comunidades, herping tours, etc.
El hacer fotografía que pueda transformar los temores en admiración, que pueda acercar las personas a aprender de todo aquello que nos muestra la naturaleza, que pueda sensibilizar o despertar sentimientos de empatía por muchas de las maravillas que tiene nuestro planeta, es razón suficiente para darle sentido al trabajo que realizo y estoy seguro que al que realizan muchas otras personas también.
Detrás de todo este trabajo lleno de aventuras y sentimientos siempre hay escenas que quedan guardadas, muchas de esas en nuestras mentes y otras en algunas fotografías como estas y que con el tiempo se convierten en una gran colección de recuerdos al lado de grandes colegas y seres queridos.